La comunicación en la escuela

Durante la comunicación se intercambia información tanto interna como externa. Como siempre nos comunicamos por lo que decimos y hacemos (interés, amor, respeto, desdén, etc.), significa un cierto tipo de conexión. Por lo tanto, es crucial tener instrucción para ejercitarla (y enseñarla) eficazmente.

Uno de los núcleos fundamentales para el desarrollo cognitivo, emocional y de valores de los niños es la escuela (junto con la familia). Por eso, una comunicación eficaz en este sistema nos permite socializar con más eficacia y aprender a crecer como personas.

Importancia

Es ventajoso para todos los miembros del sistema educativo, nos permite conocernos mejor y es crucial para el crecimiento y el funcionamiento de cualquier institución social. Desde una perspectiva pedagógica, es crucial y debería ser un valor central y omnipresente en los principios rectores de la escuela, sin importar el nivel educativo.

¿Cómo favorece el comunicarse bien en las clases?

A la luz de los temas que surgen cada día, crear lugares que fomenten la conversación es una gran idea, ya sea ahora o en las clases, por lo que deben ser momentos agradables en los que se muestre curiosidad y ganas de comprender lo ocurrido.

Es importante escuchar lo que el "otro" ve con sincero interés, respeto y curiosidad. Esto es vital, pero puede resultar bastante difícil en un aula llena de estudiantes. El "ajuste" incluye mantener el contacto visual, permanecer en silencio mientras se escucha, dar la palabra a los demás sin interferir, establecer un entorno seguro y hacer barridos visuales para incluir a todos. Además, asintiendo con la cabeza, explicando, haciendo preguntas y eliminando las distracciones, debemos demostrar que estamos prestando atención.

Los niños experimentan varias etapas de desarrollo. Por ello, debe ajustar el estilo de comunicación en función de su edad. Los temas del discurso deben ser los que interesan a los alumnos. Es fundamental responder a sus preguntas y modificar el tema para adaptarlo a sus necesidades emocionales e intelectuales. Si es pertinente, pídales su punto de vista y su opinión, por lo que se sentirán significativos y apreciados si los trata como interlocutores legítimos, además fomenta la madurez, la escucha y las conexiones sanas.

La información debe transmitirse siempre de forma positiva, dirigiéndose a los comportamientos y no a la "persona".

Cuando se establecen límites en el aula, es fundamental que los niños conozcan las directrices generales, las expectativas de su comportamiento y las consecuencias de sobrepasar los límites predeterminados.  Es fundamental que las pautas de comunicación se entiendan, se expongan con claridad y, si es posible, se acuerden.